Un grado más alto de atención en nuestro cuerpo. La percepción de nuestro cuerpo cambia, nos volvemos más sensitivos ante cualquier variación de la postura y como consecuencia es más fácil sentir las compensaciones y desviaciones que hacemos y corregirlas.

Mayor sensibilidad de los estabilizadores, ya que desde una postura básica podemos sentirlos para mantener una correcta alineación. 

Mejoras significativas en fuerza, estabilidad, elasticidad y equilibrio debido a las condiciones cambiantes de la superficie sobre la que trabajamos.

Concentración durante la ejecución de las posturas para evitar desestabilizarnos, y esto servirá de ancla para mantenernos en el momento presente, uno de los principales objetivos de la práctica de yoga.

Disminuye los niveles de estrés, a través de la practica de yoga y con el añadido del trabajo sobre el agua.

Una manera divertida de trabajar con tu cuerpo y relajar tu mente, para iniciarte en la práctica de yoga o para elevarla a otro nivel.